Llegó semana santa y volvía a estar sin compromiso. Así que cogí las maletas y me marche, de nuevo al sur, buscando el sol con un grupo de amigas. No encontré mucho sol pero si muchas risas. Al contrario que la última escapada, esta vez no había dolor, no había equipaje emocional cargando el maletero. Solo ganas de pasarlo bien. Disfrutamos del pueblo de Peñíscola, que no es Ibiza, pero tiene su encanto. Algo de sol, no demasiado pero lo justo para pisar la playa. Paseos por la zona, visita a el castillo, actitud chill, fiestas nocturnas y cerrando el plan de este verano en Italia. Nos dimos cuenta, ahora consciente, de formar un grupo que en cualquier momento cogemos las maletas y rompemos con la monotonía. Y cualquier contratiempo se convierte en una excusa para reír y gozar de la vida. Un beso a todos :) Y en imágenes Etiquetas: Alma, Cuerpo |