Lo prometido es deuda. Nuestra aventura por el sur ya terminó pero el paisaje se queda en la memoria. Desde la interior Medina Sidonia, a la costa expuesta de Tarifa, el encanto andaluz de Jerez, la magia de Granada, el señorío sevillano y la alegría de sus gentes, todo eso se queda grabado en la retina. Gracias a mis amigas por aguantar mi conversación, a veces monotemática sobre mi estado de ánimo (que no era el mejor). ¿Sirvió de algo el viaje? Supongo que para dos cosas, para evitar la agonía de haberme quedado solo en Navidades en un Bilbao gris tras una dura ruptura, y para darme cuenta que nos estresamos demasiado, que la vida hay que mirarla con otros ojos, al final y al cabo la realidad SI cambia según el cristal con que se mira. Recuerdo haber recomendado yo esta idea, ahora tocaba el momento de aplicarla. Espero mostrar en breve mi yo jovial que es el más habitual en mi ( y que pensé que sería el que marcaría la tónica de este blog). Y en imagenes. Etiquetas: Alma |
Pues claro que si, torpedo! Yo el miércoles te vi mucho mejor "de lo tuyo", así que ánimo y pa'lante!