Hola a todos. Hace tiempo que no escribo, pereza, estudio y acontecimientos vertiginosos, así que haré un resumen en varios post. Y el primero es "9 semanas y media". Hasta semana santa como adelantaba en otro post anterior , he vivido una historia que parece una combinación de la filosofía de pareja de Woody Allen. Cada uno con su espacio y su vida que se cruza en los puntos que se decidan. Y la mezcla Brian Kinney (con quien comparto puntos en común ;)), ese personaje que decía que "estamos juntos porque queremos estarlo" no por conveniencia o convencionalismo. Lejos del ideal romántico, he tenido algo más ¿pragmático?, no, más realista o incluso más maduro. Sincero. Sentido y real. Una historia donde quien ha sido mi amante ha estado en los momentos difíciles que le he necesitado, apoyándome en momentos duros, y siendo un adulto. Sin falsas promesas, la historia llegó a su fin. Llego a su fin porque era el momento de dar un paso y comprometerse a algo más serio o parar y dejarlo para que de ahí pueda surgir una amistad. Mejor parar a tiempo que después poner excusas ridículas para esquivar verse. Mejor parar a tiempo cuando existe una fidelidad no exigida que esperar y mentir, descubrir y enterarse de quien crees que te quiere se dedica a ir a la sauna a tus espaldas (esto me recuerda a otra historia anterior.). En el punto alto de la ola, la otra parte decide que es mejor parar. Y así lo hacemos. Y tras 9 semanas y media de vernos como amantes ahora somos amigos. Y sonrío por ello y me siento feliz. Un besazo Aitor, nos seguiremos viendo. Etiquetas: Alma |