Hoy ha sido el cumpleaños de mi gran amiga Asun. Risas, vinos y pintxos y una reflexión. Los grandes amigos se diferencian por un factor especial, siempre están ahí. Aun cuando no los veas todo lo que te gustaría, aun cuando la velocidad de nuestras vidas modernas impida que siempre cuadre tu agenda, siempre están ahí, como si el tiempo no pasase, como si las bromas de hace años estuvieses todavía candentes, las confidencias no habladas, los gestos y miradas que hablan como un libro abierto. Así es como ha sido esta tarde noche y te hace feliz darte cuenta que el lazo es tan estrecho que incluso puedes contra el paso del tiempo y la monotonía. A vosotros (ya sabéis quienes), se os quiere. Un besazo

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Recientemente un amigo de Barcelona, Jairo me ha recordado una maravilla de Neruda que reproduzco a continuación, un letimotif que debería sonar en nuestras vidas.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

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Ayer después de visitar a un amigo post-convaleciente y cenita por su recuperación salí a tomar unas copas. No pensaba liarme demasiado pero ya se sabe que uno no puede fiarse de esas promesas. Y durante la noche me encontré con mi amigo Ignacio lo que me recordó que tenía un post sobre una de sus exposiciones en borradores que no llegué a publicar (o quizás si pero lo quité para retocarlo). Así que enmiendo mi despiste y paso a publicarlo.

Receintemente (bueno ya no tan recientemente) mi amigo Ignacio inauguró una exposición de pintura que como no podía ser de otra manera acudí.

Paisajes cotidianos de Bilbao transformada en una urbe cosmopolita por donde se pasean figuras de época junto con iconos de la estética gay, hombres leather y de uniforme entremezclados con el arte. Colosales animales africanos de dimensiones imposibles.
No soy un gran entendido de arte pero en general hay algo en la obra de Ignacio que hace que me resulte muy atractiva.

Ahora que marcho a Madrid se que Ignacio tiene otra exposición en marcha así que prometo ir a verla. Os comentaré en otro post.

Más información:www.ignaciogoitia.com

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Ultimamente estoy de crisis. Tengo algo de hastío, la sensación de estar haciendo siempre lo mismo. Y no podría decir que mi vida es aburrida, porque la verdad ando siempre de fiesta en fiesta (todavía no he podido escribir ni una sola reseña sobre algún libro!!! y tengo una pensada sobre Naomi Klein ), viajo de vez en cuando, escapadas a menudo,  y tengo buenos amigos. Pero sin embargo me inunda la sensación de estar en un tren con destino a ninguna parte. Quizás llevar sin novio más de dos años, quizás sentir que mi vida no es todo lo estable que se supondría debería ser ni que soy todo lo que se supone que debería ser.

La cuestión es que estoy de crisis. Y creo que es algo que se está volviendo muy común en la sociedad en la que vivimos (o más bien nos han vendido). Demasiado anuncio de "Coca - Cola" y las expectativas muy altas. Ser un "JASP" con un coche "Cool", un "Mac Air", ropa "trendy & fashion" , una pareja estupenda con cuerpazo, marcar hasta la última de tus abdominales y disponer de 52 horas al día para hacer todo lo que se supone que debe hacer alguien como tú, pretendiendo ser una Carry bradshaw si estás soltero o una de sus variaciones casadas.

Total que nos han engañado como a bellacos. Vivimos muy deprisa y sobre nuestras espaldas se carga la tremenda e imposible responsabilidad de ser felices. La felicidad es "obligatoria". Pufff no puedo con ello. Deberíamos echar un vistazo al movimiento Slow.

Besos a todos.

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